jueves, 26 de febrero de 2015

Hallan vapor de agua en un planeta del tamaño de Neptuno

Un equipo internacional de astrónomos ha detectado vapor de agua en la atmósfera de HAT-P-11b, un «neptuno caliente» situado a unos 120 años luz de la Tierra. Aunque no se trata de la primera vez que los expertos observan agua en un planeta extrasolar, nunca antes habían conseguido analizar directamente la composición atmosférica de un planeta tan pequeño. En todos los casos anteriores, se trataba de gigantes gaseosos similares a Júpiter. Los resultados, que aparecieron publicados la semana pasada en la revistaNature, allanan el camino hacia la detección de biosignaturas en la atmósfera de planetas rocosos más parecidos al nuestro.
HAT-P-11b es unas 5 veces mayor que la Tierra, posee una masa unas 25 veces mayor y apenas tarda 5 días en describir una vuelta completa alrededor de su estrella anfitriona, una enana naranja algo más pequeña, fría y vieja que el Sol. El hallazgo de agua en su atmósfera ha sido posible gracias a que, al contrario que otros planetas de tamaño similar estudiados hasta ahora, HAT-P-11b no está recubierto por una espesa capa de nubes. En su lugar, presenta un cielo inusualmente despejado.
Esa circunstancia ha permitido a los astrónomos analizar la composición química de su atmósfera a partir del análisis espectroscópico de la luz que esta filtra. En prinicipio, cuando un planeta se sitúa delante de su estrella, su atmósfera dejará pasar unas longitudes de onda u otras dependiendo de qué moléculas se hallen presentes, ya que cada especie química absorbe siempre el mismo «color» característico. No obstante, si el planeta se encuentra cubierto de nubes muy densas, estas bloquearán toda la luz que llegue a su atmósfera, lo que imposibilitará cualquier análisis.
Ese no parece ser el caso de HAT-P-11b. En su estudio, Jonathan Fraine, de la Universidad de Maryland, y sus colaboradores emplearon los datos de los telescopios espaciales Hubble, Kepler y Spitzer para analizar la fina corona de luz que rodea a HAT-P-11b. Al hacerlo, pudieron comprobar que la atmósfera del astro absorbía de manera específica las longitudes de onda asociadas a la molécula de agua y al hidrógeno gaseoso, entre otras.
En el pasado, esta clase de análisis espectroscópicos solo habían concluido con éxito en algunos gigantes gaseosos; es decir, en el caso de planetas mucho mayores y, por tanto, más fáciles de estudiar. En particular, todos los astros de menor tamaño examinados hasta la fecha habían arrojado espectros planos, lo que había llevado a los astrónomos a concluir que probablemente se encontrasen envueltos por atmósferas muy densas. En este sentido, los resultados relativos a HAT-P-11b constituyen una buena noticia, pues muestran que no todos los planetas de menor tamaño se hallan escondidos tras una impenetrable capa de nubes.

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